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¿Qué es el diseño adaptativo?
El diseño adaptativo, más conocido como responsive design, es una filosofía de diseño web. Dicha filosofía consiste en adaptar la apariencia de las páginas web en función del dispositivo que se está utilizando para visitarlas en función del ancho de pantalla. El contenido es el mismo para todos los dispositivos, lo que se modifica es la forma de presentar la información.
La importancia del Responsive Design
La realidad es que, a diferencia de hace unos años donde el mundo se conectaba exclusivamente a través de ordenadores, ahora se puede realizar desde otros muchos dispositivos: tablets, móviles, libros electrónicos, televisores, etc.
De hecho la tendencia, que no la moda, es que los ordenadores pierdan importancia y sean los dispositivos móviles los que tomen relevancia. Cada día el tráfico en Internet generado por dispositivos móviles aumenta, y España se encuentra a la cabeza. Más del 85% de usuarios en España acceden a Internet a través del móvil.
Si cada vez se consumen más contenidos a través de dispositivos móviles, es obvio la importancia de tener una página web que se muestre y funcione correctamente en estos dispositivos. Además esto favorece la experiencia de usuario, lo que a su vez se traduce en:
- mayor probabilidad de que el usuario vuelva a visitar la web
- el usuario es más propenso a recomendar la web
- el contenido de su web se comparta más veces
- aumento del número de conversiones (acción clave que nos hemos marcado como objetivo): ventas finalizadas, formularios rellenados, etc.
Otro punto muy importante en el que nos favorece en el posicionamiento SEO. Los principales buscadores web (Google, Bing, Yahoo, etc.) favorecen el posicionamiento de las webs que se ven correctamente en cualquier dispositivo, dándoles mayor visibilidad en las búsquedas, respecto a las que no.
Ventajas
Usar el diseño adaptativo, respecto a tener diferentes versiones de la web que se adapten a diferentes dispositivos, tiene una serie de ventajas entre las que destacan las siguientes.
1. Ahorro de tiempo y recursos
Al tratarse de una única web que se adapta a cada dispositivo (en vez de diferentes webs para diferentes dispositivos) su creación, administración, gestión y mantenimiento es menor. Al existir un único sitio, sólo debemos realizar los cambios una vez, en vez de realizar la operación para versión que tengamos.
Como los tiempos de producción se reducen, los costes del proyecto son menores. Y por lo mismo, los costes de manteamiento son menores al sólo centrarse en una única versión.
2. Una única URL
Tener una única URL reduce problemas de contenido duplicado y de posicionamiento SEO, derivados de una mala gestión de las diferentes URL’s.
Tener varios sitios para cada versión de la web se traduce en una URL diferente para cada una de ellas. Por ejemplo, la web principal podría ser https://miweb.com y la de la versión móvil https://mobile.miweb.com. Si alguien comparte la web desde un móvil y otro accede desde un ordenador, en el mejor de los casos será redireccionado desde https://mobile.miweb.com a https://miweb.com, en el peor de los casos verá la versión móvil desde el ordenador, viendo el sitio de manera extraña. De todos modos, sin contar posibles problemas de redireccionamiento, estos provocan que la carga de la web sea menor, debido a que tienen que resolver la redirección primero antes de realizar la carga de la misma.
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